En función del estilo de conducción y de las carreteras por las que se va a circular, deberá elegirse el tipo de neumático más adecuado:
- Neumáticos M+S (Mud and Snow): responden bien en carreteras nevadas o embarradas y son el tipo de neumático más utilizados en invierno. Su marcaje no está sometido a ninguna norma, por lo que es simplemente indicativo y están recomendados para conductores que pueden verse sorprendidos por nevadas o tormentas de forma ocasional.
- Neumáticos SPMSF: controlados por la Unión Europea, estos neumáticos están adaptados a los climas fríos y cumplen rigurosos requisitos. Son adecuados para quienes viven en zonas montañosas donde durante el invierno predominan la nieve y el hielo.
- Neumáticos de contacto: su excelente agarre en superficies nevadas y heladas los hacen perfectos para circular por zonas donde la nieve está presente durante la mayor parte del invierno. Estas ruedas suelen utilizarse en los países nórdicos.
- Neumáticos All-Season o 4 estaciones: la opción perfecta para los conductores que no quieren estar cambiando las ruedas al llegar el frío o el calor. Homologados para circular durante todo el año, estos neumáticos híbridos permiten circular con bajas temperaturas, pero no son propiamente de invierno.
Motivos para utilizar los neumáticos de invierno
El caucho de los neumáticos estándar se endurece con temperaturas inferiores a los 7 grados centígrados, lo que hace que pierdan adherencia. Los neumáticos de invierno, en cambio, están fabricados con unos compuestos que se adaptan a esas condiciones meteorológicas y ofrecen importantes ventajas que mejoran la conducción y aumentan la seguridad:
- Aumentan la adherencia al circular por superficies mojadas o heladas.
- Reducen hasta un 35% la distancia de frenado.
- Mejoran la tracción del vehículo.
- Reducen el riesgo de sufrir aquaplaning.
- Permiten circular sin cadenas.
Tanto en invierno como en verano, es importante revisar los neumáticos, comprobando su desgaste, la presión y la profundidad de la banda de rodadura para garantizar siempre su mejor estado, lo que ayudará a mejorar la conducción y la seguridad.