Cómo se distinguen los neumáticos de invierno a simple vista
Si te planteas cómo se distinguen los neumáticos de invierno hay diferentes claves y características que te permiten hacerlo. También hay otras no distinguibles a simple vista, como los compuestos con los que se ha fabricado un neumático. En este caso vamos a obviar para que te resulte más sencillo y puedas distinguir un neumático de invierno a simple vista. Estos son los elementos en los que te debes fijar:
1. Inscripción distintiva
Una de las formas más sencillas y efectivas si te planeas cómo se distinguen los neumáticos de invierno es fijarte en las inscripciones en la rueda. Los neumáticos de invierno llevan una inscripción que los acredita como tales. Esta puede ser diferente según el país de fabricación de la rueda.
¿Y cuáles son estas? Un dibujo de montañas con un copo de nieve dentro de la misma o un copo de nieve acompañado de las letras M + S, MS o M & S, según el caso. O la inscripción 3PMSF.
2. Gran densidad de laminillas
Esta es otra clave importante para diferenciar un neumático de invierno de una rueda que no lo es. Las ranuras o laminillas de un neumático de invierno son más y están más concentradas. Es decir, en la banda de rodadura su presencia es importante a lo largo de la misma. La razón es que son los elementos encargados de mantener una buena adherencia incluso sobre agua, nieve o barro.
Para favorecer este agarre, además, estas tienen forma de zigzag y aparecen situadas en diferentes sentidos.
3. La presencia de espacios para clavos
Si te planteas cómo se distinguen los neumáticos de invierno a simple vista, una clave son los espacios para clavos. Estas son unas hendiduras circulares que aparecen en diferentes puntos del neumático. Su razón de ser es la colocación de clavos para circular sobre nieve.
Algunos neumáticos de invierno conocidos popularmente como neumáticos de nieve no disponen de estas hendiduras. En su lugar ya cuentan con clavos, aunque estos no están permitidos en todos los países.
4. Gran profundidad de ranuras y distancia entre tacos
La profundidad de las ranuras y la distancia entre tacos es otra diferencia apreciable. Ambas son esenciales para permite una buena evacuación de agua. Y al tiempo garantizan un buen agarre. Así pueden evacuar el agua en zonas con nieve, barro o lluvia y permiten una adherencia segura durante la conducción.
Este estriado profundo de los neumáticos de invierno nuevo debe mantenerse durante la vida útil de la rueda. Por ello cuando el desgaste propio del uso al circular suponga que la profundidad de estriado es insuficiente para la circulación invernal, debes sustituir los neumáticos. Es algo que también debes hacer con los neumáticos de verano. En este caso, la ley obliga a que tenga una profundidad mínima de 4 milímetros.
Además, el diseño y distancia entre tacos está íntimamente relacionado con lo anterior. El fin con el que se diseñan y fabrican es garantizar un óptimo agarre durante la conducción, incluso en condiciones adversas del firme propias de la época invernal.