Como se aprecia al leer esta palabra, su composición procede de los vocablos anglosajones tube y less. Significan ‘cámara’ y ‘sin’, respectivamente. De la unión de ambos surge el término ‘sin cámara’, el que da nombre a estas ruedas tan características.
Más allá de las disquisiciones lingüísticas, cuando hablamos de este tipo de ruedas sin cámara nos referimos a un estilo de neumático con un diseño que se ajusta herméticamente a la llanta. De este modo, la composición entre la llanta y la cubierta imita una cámara de aire, pese a carecer de ella. Cabe resaltar que la llanta queda perfectamente sellada. Es poco frecuente que se den pinchazos en estas ruedas, aunque puede ocurrir si se cruzan elementos punzantes como los clavos.
Una rueda con más vida útil
Al integrarse ambas partes, el resultado es que la rueda es suficientemente resistente y evita posibles averías relacionadas con los pinchazos. En este sentido, es una clara ventaja respecto a los neumáticos convencionales. Supone un ahorro considerable con respecto a otros modelos de ruedas, que suelen ser una de las partes más importantes en el mantenimiento de un vehículo.
Otra característica que podemos destacar en estos componentes es que pueden ser instalados en distintos tipos de vehículos. Por una parte, es cada vez más frecuente encontrarlos en los coches, puesto que permiten una conducción más controlada. Otro tipo de vehículo de la automoción que los emplea bastante son las motos. Sin embargo, donde han tenido un éxito absolutamente rotundo es en el ciclismo. Multitud de bicicletas los incorporan, ya que, gracias a su diseño, corren menos riesgos de sufrir pinchazos.
Beneficios de los tubeless
Además de resultar convenientes para evitar pinchazos, como acabamos de mencionar, las ruedas tubeless permiten a sus usuarios disfrutar de otros aspectos positivos. En primer lugar, al ser menos probable que algún elemento externo de la carretera dañe la cámara y provoque algún pinchazo, el conductor disfrutará de mayor seguridad durante su trayecto.
Del mismo modo, esta clase de composición hace que los usuarios de los vehículos vayan con menor presión de aire. Esta característica repercute en la conducción, ya que mejora tanto la tracción como el agarre del neumático al suelo. Por tanto, resulta más cómodo desplazarse por carretera, especialmente en zonas caracterizadas por exceso de curvas o terrenos abruptos. También cabe destacar que su degradación es más lenta, lo que conlleva un ahorro nada desdeñable.
En definitiva, todo lo que estamos describiendo se traduce en un mayor confort cuando estamos dentro del vehículo debido a que estas ruedas filtran mejor las vibraciones del asfalto, por lo que la marcha es más suave.
¿Qué pasa si se pinchan?
Es cierto que la probabilidad de que eso suceda es más baja que en los neumáticos de toda la vida, pero también es verdad que las estadísticas están para romperlas y que ninguno es infalible al 100%. Por esta razón, en caso de que te ocurra un pinchazo, lo más aconsejable es que adquieras un kit de reparación de neumáticos tubeless.
Este kit incorpora todo lo necesario, en primer lugar, para llevar a cabo la retirada del objeto que ha provocado el pinchazo y, posteriormente, para limpiar los desperfectos de la goma. El siguiente paso sería untar el pegamento sobre la goma para sellar el orificio dejado por el pinchazo. Pasada una hora más o menos, es recomendable detenerse para comprobar la presión.
Eso sí, ten en cuenta que este kit no es más que una solución temporal, puesto que es fundamental sustituir la rueda cuanto antes. Te permitirá dirigir el vehículo a tu taller más cercano y llevar a cabo el cambio.